lunes, 11 de julio de 2011

¿La mente entiende al número?

Algo en lo que he estado pensando (y no sé si es correcto) es que la mente, tal como la concibo ahora en mí mismo, no entiende al número.  Es decir, el número es un concepto que representa una realidad que se precisa en una cantidad (uno, dos, mil, un millón...de lápices), la mente toca el concepto (después de crearlo, claro está) y dice aquí hay dos lápices.

Con números pequeños, a mi primera vista, no hay nada raro: yo puedo tomar la idea de cantidad y situarla en mi mente y de algún modo entender lo que significan dos lápices en el mundo (no en el sentido de para qué sirven sino siempre hablando aquí en el sentido que respecta a la cantidad).

Un lápiz es algo tan concreto que puedo reproducirlo en mi imaginación con su textura, forma y olor. Dos lápices también, son dos objetos bien concretos. Sin embargo, con números grandes (mil o cien lápices, por ejemplo), tengo la impresión de ya no entender el número. Ya no tengo una traducción directa (como cuando puse en mi imaginación a los dos lápices, con su textura y demás) sino que accedo a lo que mil lápices pudieran significar mediante una noción del número mil (una noción de una noción...); y esto es por algo parecido a la comparación. Así, requiero de traducir la noción de mil contrastándola con algo concreto pero no lo logro, la única traducción directa que encuentro es colocar en mi mente primero un lápiz, luego otro, y otro (así lo hago con dos o tres o hasta diez lápices) pero este sistema tiene un límite: la traducción directa sólo me sirve para cantidades pequeñas.

Yo, en este texto, estoy desglosando todo el proceso que sucede verdaderamente muy rápido que, si uno no se fijara en los propios detalles psíquicos, ni siquiera existiría para la atención.

Yo entiendo el número dos cuando puedo relacionar la idea con objetos concretos a mi alcance, como unos lápices, situando en mi imaginación al conjunto de percepciones que conforman mi conexión con esos lápices. Sin embargo, esta traducción se vuelve un poco difícil si deseara conectarme con la idea de diez lápices, y se vuelve más difícil aún mientras más traducción directa tenga que hacer, esto es, mientras más lápices tenga que imaginarme en mi mente. Yo puedo decir que hasta veinte lápices tengo cierto entendimiento de lo concreto de esos objetos en cuanto a su cantidad (quizás algunas personas lleguen a un número mayor). No obstante, llega un momento en donde uno se pierde (porque es fácil poner la percepción de dos objetos concretos en la mente observando que están ahí en la mente, como dos unidades en la imaginación), pues en los números grandes la traducción directa ya no es posible: uno pone un lápiz, dos lápices, tres lápices, todo en la imaginación, pero conforme el número crece va perdiendo la percepción de todos los lápices o de una parte de ellos (siempre en la imaginación y hablando de la cantidad), hasta que llega un punto en donde no es posible colocar más lápices en el imaginario. ¿Qué hace la mente ahí? Economiza yéndose por la interpretación de una noción. Y ahora el número es más que nunca una idea que se entiende a través de otra idea (una noción de una noción), y a esto yo no le llamo entendimiento o comprensión sino un atajo que busca la comprensión sin lograrlo, sin tomar los objetos para ponerlos ahí (en la mente).

¿Qué opinas?